Kakawangst

Que fácil perforarse con la golosina
Si el amanecer no te calma
Los brotes histéricos de lujuria

Si te asusta mover las vértebras
Al ritmo de los tam-tam milenarios
Si las miradas de porcelana
Te taladran con su inapetencia

Claro, ya sé
Es más fácil inyectarte bengalas de chocolate
Empuñándolos corajuda
Contra el dolor tus labios sonrientes
Contra la soledad de tus espaldas desiertas

Y yo aquí desesperadamente
Queriendo soltar las manos mi alma
Para soltar las manos
De tu alma desesperada

Acercando mis soles naranjas
A tu horizonte libre
Deseando el crepúsculo de tu jaula de fracasos
Y las endorfinas que lamentas

Pero no sé como

Vas fácilmente y te compras un chocolate

¿Tienes tanto miedo?
¿Tengo tanto miedo?

Si pudiera quitarme el envoltorio
Sería tu chocolate

6 comentarios:

  1. Tan incitante, tentador, voluptuoso como el sabor del chocolate, la poesía que derrite cualquier idiosincrasia me vuelve a seducir invariable, inevitablemente una vez mas.... excelente! un abrazo!

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  2. Lindo final... quero decir todo bien pero el final tierno...Ya sabes las mujeres nos fijamos en eso.
    Beso

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  3. Excelente! me gustó lo del miedo de ambas partes. Ay! si REALMENTE se pudiera cambiar algo...hay que hacer fuerza para creerse que el chocolate es un placebo. Derribemos los puentes, nos acerquemos más y nos fundamos..como el chocolate!

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  4. MMM!! que rica poesía!! me encantó tan dulce como ese gustito a chocolate!!

    Besoss Zoe!!

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  5. es fuerte, sensual y el miedo que dejas entrever es genial...

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  6. algo asi necesitaba hoy, un agape para mis ojitos.

    saludos,.

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