
Lastimadas por los colmillos ágiles de ropa por lavar
Tus ojos angustiados
De gemir el polvo de tus caminos afilados de grilletes
Tus abrazos tiernos
Huecos en espiral de tanto llorar la inhumana soledad
Tus senos lechosos
Manantial robusto de azucares para mis lenguas desérticas
El fraude de ser yo mismo tratando de exprimirme
Mi sexo extinto y ajeno a la urgencia de cumplirte
Y mi viejo semen agradecido
Recorriendo con la yema de sus dedos tibios
Tus labios de horizonte
Gracias
Abriste la jaula
Comienza la noche a meterse en mis venas
Ahora yo soy al acecho
No sé que decir que no sea un halago... Me gustó.
ResponderBorrarAbrazo
Me gustaron mucho las imágenes de los dos primeros versos!!
ResponderBorrarMe encantas! qué es lo que no importa? el que no tenga tiempo para visitarte?.
ResponderBorrarMira a mi me importa tu poesía, a mi me sirve, me enseña y me nutre, solo que el tiempo es tirano.
=) HUMO
tu poesía me sigue resultando exquisita, voluptuosa y movilizadora...a pesar de mi larga ausencia, de la muda expresión de mi silencio, tu lirica me pone de regreso, gracias. Un abrazo.
ResponderBorrarTu poesía golpea fuerte, no creo que deje indiferente a nadie, es visceral, salvaje pero sobre todo auténtica.
ResponderBorrarSaluditos!!
¡muchas gracias a todos!
ResponderBorrarSu aliento es lo que me lleva a seguir explorandome los órganos para ver que más puede salir.
Nuevamente gracias